«El mejor logro es construir un futuro mejor»

«No existe la evolución obligatoria ni mecánica, la evolución es el resultado del esfuerzo consciente. La evolución sólo puede ser necesaria para el hombre cuando se da cuenta de su situación y de que existe la posibilidad de cambiarla, de que posee facultades que no utiliza y riquezas que no ve” Annie Marquier

El éxito es un término muy de moda que se usa con demasiada frecuencia haciendo referencia a logros particulares o empresariales.

En términos terapéuticos, definiría el éxito como aquel estado interno que te genera un alto nivel de satisfacción con tu vida, sentir que estás alineado con lo que viniste a hacer y sientes en tu interior que estás trabajando en ello.

Esta clase de éxito tiene mucha relación con la calidad de tus pensamientos y la acción consecuente que se deriva de los mismos.

Ante las decisiones importantes y no tanto, hay que preguntarse ¿cuál es la mejor y más beneficiosa opción para todos los implicados?

Sin embargo, ocurre todo lo contrario y tomamos decisiones en base a necesidades egoístas, deseos compulsivos y creencias impuestas por un sistema falso que se puede fagocitar a sí mismo en un futuro cercano.

Con los tiempos que corren, hablo de hordas de seres humanos que naufragan buscando un territorio sin guerras que les permita vivir con dignidad; violencia y abusos a los más débiles de todo tipo; guerras y conflictos bélicos por todo el planeta; desastres naturales; cambio climático; líderes políticos que son de todo menos benevolentes y justos…un largo etcétera del momento planetario…es por eso que ante este panorama que se despliega ante nuestros ojos cada día, es prioritario que hagamos un zoom en nuestra mirada para preguntarnos ¿dónde se ubica mi éxito interior que se refleja en el exterior de todos?

Controlar nuestros pensamientos durante la vigilia es primordial, teniendo en cuenta que según los científicos generamos diariamente unos 60.000 aproximadamente siendo la mayoría negativos, repetitivos o procedentes del pasado, podemos hacernos una idea de hasta qué punto nuestros pensamientos “inconscientes” nos generan una ausencia de nosotros mismos, desorden, ansiedad, en definitiva nos alejan de la razón por la que estamos viviendo.

Esta infelicidad particular se traslada a lo global ya que nuestra existencia por si sola como ser individual no tiene sentido sino contemplamos la relación con el otro como el núcleo de nuestro verdadero bienestar.

Nuestros pensamientos crean nuestra realidad y por tanto, la de los demás. Así pensamientos malevolentes crearán realidades perniciosas, agresivas, egoístas y destructivas mientras que los pensamientos benevolentes producirán efectos favorables alrededor neutralizando y alejando los malevolentes.

Podemos conceptuar el éxito como un esfuerzo creativo del control de nuestro pensamiento consciente que nos lleva a una acción en com-unión con el otro. Claro que es un gran esfuerzo y sino intenta un solo día y verás como en los grupos humanos, en la comunicación y en los mensajes que nos llegan por todas partes los pensamientos malevolentes están de un modo continuo. Intentando llevar ese control consciente de nuestros pensamientos podemos ser testigos del cambio paulatino en nuestra vida. Iremos realizando metas progresivamente que tienen que ver con nuestros valores reales, con la conciencia de descubrir nuestro potencial y facultades que no utilizamos.

Para llegar a la conclusión de que estamos aquí con la tarea de cambiar un futuro peligroso que hemos creado nosotros mismos.